Evaluación inicial: Entrevista y pruebas breves (según edad) para identificar síntomas, estilo de afrontamiento y contexto familiar/escolar.

Plan terapéutico personalizado: Objetivos claros (manejo emocional, habilidades sociales, rendimiento escolar, duelo, ansiedad, etc.).

Niños: juegos dirigidos, técnicas lúdicas, trabajo con padres y escuela.

Adolescentes: terapia focal en identidad, regulación emocional, habilidades sociales y coping

Adultos: terapia cognitivo-conductual, terapia de pareja/familiar o estrategias de afrontamiento.

Seguimiento y medición de progreso: Revisiones periódicas y ajuste del plan.

Valoración psiquiátrica completa: Historia clínica, evaluación de síntomas y comorbilidades médicas.

Diagnóstico médico: Triaje entre trastornos del ánimo, ansiedad, trastornos del sueño, trastornos psicóticos, TDAH, etc.

Tratamiento farmacológico cuando aplica: Indicaciones, dosis iniciales, seguimiento de efectos secundarios y ajustes.

Integración con psicoterapia: Coordinación entre medicación y sesiones de terapia para mejor resultado.

Monitoreo a largo plazo: Evaluación de respuesta y prevención de recaídas.

Modelos terapéuticos aplicados: Terapia cognitivo-conductual, terapia sistémica, terapia humanista y otros según necesidad.

Objetivos terapéuticos: Reestructuración cognitiva, manejo de conductas, mejora de relaciones y habilidades emocionales.

Técnicas prácticas: Técnicas de relajación, exposición gradual, reestructuración de pensamientos y tareas entre sesiones.

Duración y formato: Terapias breves focales o procesos de mediano/largo plazo según objetivo.

Enfoque profundo: Exploración de procesos inconscientes, patrones relacionales y conflictos tempranos.

Formato: Sesiones regulares con trabajo de asociación libre, interpretación y análisis de resistencias.

Indicaciones: Problemas de personalidad, dificultades recurrentes en relaciones, búsqueda de autoconocimiento profundo.

Resultados esperados: Mayor autoconciencia, resolución de conflictos internos y cambios en patrones de vida.

Entrevista psicoeducativa: Evaluación de dinámicas familiares y dificultades específicas del menor.

Herramientas prácticas: Estrategias de disciplina positiva, manejo de conductas, comunicación afectiva y rutinas.

Acompañamiento: Talleres o sesiones puntuales para enseñar técnicas y supervisar su aplicación.

Derivación y coordinación: Trabajar con la escuela y otros profesionales si es necesario.

Plataforma segura y privada: Explicación de cómo conectarse y requisitos (dispositivo, señal, privacidad).

Formato de la sesión: Igual estructura que la presencial: evaluación, intervención, tareas.

Ventajas: Acceso desde cualquier lugar, continuidad en tratamientos y comodidad para familias.

Limitaciones: En algunos casos, se recomienda evaluación presencial (por ejemplo, valoración médica más compleja).

Protocolos: Consentimiento informado y normas de confidencialidad online.

Este servicio está enfocado en ayudar a las personas que experimentan dificultades para manejar sus emociones, reacciones impulsivas o conflictos frecuentes en sus relaciones personales, familiares o laborales.

El objetivo es lograr una mejora en la manera de responder ante situaciones de estrés o frustración, favoreciendo relaciones más sanas, una comunicación efectiva y una vida emocional más equilibrada.

¿Cuándo debo acudir a terapia psicológica o psiquiátrica?

Cuando experimentas ansiedad constante, tristeza prolongada, problemas de sueño o dificultad para concentrarte.

¿Cuál es la diferencia entre psicólogo y psiquiatra?

El psiquiatra puede recetar medicamentos y tratar condiciones clínicas; el psicólogo se enfoca en la terapia emocional. El Dr. Muñoz Gil ofrece ambos enfoques integrados.



¿Ofrece consulta en línea?

Sí, cuenta con videoconsulta profesional y segura para pacientes que prefieren atención a distancia.